De la necesidad al riesgo
En un apunte de su Diario filosófico, escrito durante veintitrés años, Hannah Arendt explica que, aislado, el hombre es impotente. Conforme a esta idea, para el establecimiento del poder, sería imprescindible la relación con los demás, aunque sea tener una entre dos personas. Una vez constituido el vínculo, se presenta ese fenómeno que, sin duda, jamás será irrelevante. Sucede que, gracias a su ejercicio, las capacidades del individuo se multiplican, permitiendo una mejor satisfacción de nuestras necesidades. Es lo que hace posible la organización, concepto imprescindible para quienes desean una convivencia razonable. Huelga decir que, al exponer este panorama, se parte de una justificación consensuada, un marco aceptado tras deliberar al respecto, descartando imposiciones arbitrarias. Porque, aunque resulte indeseable, la fundamentación de ese orden, necesario para nuestros congéneres, puede tener otras características.
Es posible que un sujeto decida por otro, restringiendo sus alternativas o fulminándolas por completo, sin preocuparse de persuadirlo para ello. Esto puede darse desde un comienzo, recurriendo al uso más grosero de la fuerza, o después, valiéndose del asentimiento que se le había brindado cuando surgió el lazo entre ambos. Es importante resaltar que puede hilvanarse un alegato claro, coherente, aun metafísicamente denso, como pasó con Heidegger y el nazismo; sin embargo, esa legitimación racional procuraría encubrir algo más rudimentario: las ansias de oprimir. Por consiguiente, además de la lógica, el entendimiento del poder que se pide respetar, para lo cual se usan medios violentos, debe generar una reflexión ética. Librar de condiciones su empleo es un camino seguro al oprobio. En este sentido, toda pregunta sobre la obediencia es un mandato que demanda nuestro deseo de vivir sin ataduras infames.
Por supuesto, un tema como el del poder consiente más de una disquisición. No sorprende que, a lo largo de la historia del pensamiento, desde los sofistas hasta Habermas, por citar un caso contemporáneo, se hubiera explotado el asunto. En esta entrega, Percontari alberga textos que, considerando diferentes aspectos, aunque reflejando la importancia del ámbito político, procuran estimular su meditación acerca de tal concepto. Con seguridad, escrutar su vigencia en nuestra existencia es tan forzoso cuanto saludable. Si obráramos así, podríamos percatarnos de hallarnos en una situación que no cuenta con las bondades creídas hasta hoy. Es un logro que está en nuestras manos. La filosofía nos obsequia ese poder que descubre falsedades, pero también injusticias.
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